16/3/2012 |
Chung, hijo de una mujer norcoreana, es desde 2000 el titular de la Filarmónica de Radio Francia y de la Orquesta Filarmónica de Seúl, en su país. El 'ensemble' que unió ayer, interpretó obras de Brahms y Bizet, además de una selección de obras norcoreanas, incluidas piezas escritas para instrumentos autóctonos como el haegum y el kayagum.
No es la primera ocasión en la que la música clásica se ofrece como una livio para las tensiones entre Corea del Norte, Corea del Sur y Occidente. En 2008, la Filarmónica de Nueva York, con Lorin Mazel a la cabeza, viajó a Pyongyanng e interpretó 'La sinfonía del Nuevo mundo' de Antonín Dvoøák, respondiendo a la invitación del Gobierno norcoreano y a los intereses geoestratégicos de Estados Unidos.
El Mundo