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«Las cuatro estaciones», entre el barroco de Vivaldi y el jazz de Uri Caine

9/3/2012 |

 

 

El grupo asturiano Forma Antiqva realiza una nueva grabación, en la que participa también el cantante Theo Bleckmann

A lo largo de la historia se han realizado innumerables grabaciones de «Las cuatro estaciones» de Vivaldi, por lo que abordar una nueva lleva inmediatamente a una interrogante: ¿Qué se puede aportar?. En esta disyuntiva se encontró hacer casi dos años Aarón Zapico, director del grupo de música barroca Forma Antiqva. El músico recuerda que cuando Stefan Winter, director del sello Winter & Winter, le propuso grabar la obra le pareció una locura. «Por una parte suponía un punto de inflexión en nuestra trayectoria, pero por otra era una música que ya estaba muy exprimida».

Zopico se dedicó durante varios meses a escuchar distintas versiones de grabaciones históricas, a estudiar las partituras y buscar en distintas fuentes para encontrar un veta nueva por la que abordar el proyecto. «Nuestro enfoque es más vocal, funciona como una mini-ópera, en el que el violín solista (Aitor Hevia) representa la voz, y en la que contamos con el colorido grandioso del continuo».

Sonetos recitados por Bleckmann

El siguiente paso era buscarle compañeros de viaje a la partitura de Vivaldi, algo que no resultaba fácil «por la enjudia de la obra. No queríamos optar por “Las cuatro estaciones” de John Cage o la de Piazzolla». Así nació la idea de incluir en los conciertos, entre estación y estación, un actor que narrara los cuatro sonetos escritos por el Prete Rosso (el cura rojo), como popularmente se conocía a Vivaldi. La idea fue aceptada con entusiasmo por Stefan Winter que define estos textos como «cortos cuentos en forma poética que crean una maravillosa declaración de amor a los seres humanos y a la naturaleza».

De ahí surgió la colaboración con el compositor y cantante Theo Bleckmann y el pianista Uri Caine, ambos procedentes del mundo del jazz. A los que se sumó también el dibujante Marcel van Eeden, responsable de las ilustraciones del disco. El equipo ya estaba al completo, pero el vértigo no había desaparecido. «Pensaba que nos iban a enterrar por esta grabación», bromea Zopico. Sin embargo, la respuesta, «tanto de público como de crítica, ha sido excelente».

Especializados en el repertorio que va de 1600 a 1800, interpretado con instrumentos originales, Forma Antiqva vio la luz en 1999, «Ahora estamos abriendo el arco temporal y nuestro próximo proyecto es “Don Juan” de Gluck, que haremos con una orquesta grande, no tan barroca». El grupo surgió como una iniciativa mateur en su Asturias natal. «Comenzamos como un ensemble de experimentación, pero en 2006 empezamos a profesionalizarnos».

Los hermanos Zopico

El secreto de la exitosa evolución del grupo no es otro, para Zopico, que compartir su pasión por la música con sus dos hermanos. «Lo que nos diferencia de otros grupos es que tenemos solucionado el tema del bajo continuo porque somos tres hermanos que tenemos el mismo lenguaje musical». Mientras Aarón toca el clave y es el director musical del grupo, Pablo Zapico toca la guitarra barroca y el archilaúd, y Daniel Zapico, la tiorba. La otra clave de su solvencia es «llamar siempre a los mismos músicos, lo que crea un sello personal que se distingue. Esto es algo que el público medio entiende».

En cuanto a la buena recepción que la música barroca tiene entre el público, Aarón lo achaca a su difusión a través de las redes sociales, algo que no sucede con otras músicas como la contemporánea. «Yo no soy un fanático de Twitter o de Facebook, pero me gustan». También considera que se mueven «en los mismos parámetros de interpretación y de calidad que las músicas que se escuchan hoy».

Entres sus próximos compromisos, se encuentran el Festival de Música Antigua de Sevilla, conciertos en Oviedo, Castellón, León, Alemania, Praga y Bélgica.

SUSANA GAVIÑA
Abc

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