La Kammerorchester Berlin al Palau de la Música
Exceso de metal
14/1/2006 |
KAMMERORCHESTER BERLIN
Obras de: Bach y Händel
Intérpretes: Katrin Scholz, concertino y solista. Ara Malikian, solista
Lugar y fecha: Palau de la Música (10/ I/ 2006)
La visita de la orquesta de cámara alemana era uno de los alicientes de la presente temporada de Ibercamera. Y, puestos a resumir, la verdad es que decepcionó un poco. La formación berlinesa está compuesta por excelentes músicos, muy solventes y cuyo entusiasmo ante el pentagrama se contagia en el escenario para pasar al espacio ocupado por el público. El concierto del martes contaba con un escogido programa: dos conciertos de Bach (el primero de Brandemburgo y el de violín en la menor), el Concerto grosso n. º 1 del opus 6 de Händel y, del mismo autor, su célebre Música para los fuegos artificiales.
Precisamente, la pirotécnica pieza del músico de Halle puede servir como metáfora de lo que ocurrió: ante unos fuegos artificiales, hay que ir con sumo cuidado para que no ocurran desgracias. Es malo traspasar límites y hay que saber dominar el fuego antes de que el fuego le domine a uno. Si dicho fuego fuera metal en la orquesta, entenderán ustedes que el concierto de la KOB pecó de exceso de sonido en las trompas (en el concierto de Brandemburgo) y en las trompas y trompetas en la célebre partitura de Händel.
Bueno, no excelente
Katrin Scholz, muy bien como solista, no siempre controlaba lo que allí pasaba y dio rienda suelta a un exceso de sonido y a cierto desequilibrio entre las secciones, hasta el punto de que la pieza inicial sonó a caja de ruidos. Las cosas mejoraron con el concierto para violín de Bach, e incluso con el primero de los dos bises (el aria de la tercera suite del maestro de Eisenach), con lo que se vio que el exceso de metal impidió que el, por otra parte, buen concierto ofrecido el martes en el Palau pueda etiquetarse como excelente.
Jaume Radigales
La Vanguardia