'Wozzeck' d'Alban Berg al Liceu
Más aplausos que abucheos en el Liceu para el 'Wozzeck' de Bieito
31/12/2005 |
La nueva producción de la obra de Alban Berg ideada por el famoso director de escena se estrenó anoche con Franz Hawlata y Angela Denoke como protagonistas. Bieito ambienta la pieza en un complejo petroquímico
Cinco años después de su polémico Ballo in Maschera y tres de su también controvertido Don Giovanni,Calixto Bieito regresó anoche al Liceu con una nueva producción de Wozzeck,de Alban Berg, con la que obtuvo bastantes más aplausos que abucheos.
Al final de la función, el público que llenaba el Liceu dedicó ovaciones al director musical de la función, Sebastian Weigle; a la orquesta y coros de la casa, al coro infantil Vivaldi, que tiene una pequeña intervención al final de la obra; a los dos protagonistas, el barítono-bajo Franz Hawlata, que debutaba en el Liceu en el papel de Wozzeck, y a la soprano Angela Denoke, que encarna a Marie, la amante de Wozzeck; también fueron ovacionados el resto de los cantantes solistas: los tenores Reiner Goldberg (Tambor mayor), David Kuebler (Andrés) y Hubert Delamboye (Capitán), el bajo Johann Tilli (el médico), el tenor Steven Cole y la soprano Vivian Tierney.
La división de opiniones llegó cuando Calixto Bieito salió a saludar con su equipo. Entonces dominaron los aplausos, que terminaron imponiéndose con fuerza a la ración de abucheos de una parte del público. No faltaron tampoco algunos gritos de ¡Bravo!, ¡bravo! ni algunos calificativos aislados en contra.
Con libreto del propio Berg, Wozzeck adapta la obra teatral de Georg Büchner Woyzeck,ambientada en una ciudad alemana de mediados del siglo XIX y que narra la historia - inspirada en hechos reales- de un infeliz soldado maltratado por sus superiores y compañeros que termina exteriorizando su ira, su frustración y su desvarío asesinando a su amante al descubrir que le es infiel.
Bieito ha trasladado la acción a un contexto entre actual y futurista, a la vez que pesimista, un sombrío complejo petroquímico, y ha transformado a los personajes en sobreexplotados y oprimidos trabajadores de ese contaminado universo, todo ello con la ayuda de cuatro de sus habituales colaboradores: Alfons Flores, que ha creado una espectacular escenografía dominada por un entramado de grandes tuberías; Mercè Paloma, quien ha diseñado un vestuario integrado casi exclusivamente por monos de trabajo de color rojo; Xavi Clot, que ha ideado la iluminación, y Xavier Zuber, que se ha encargado de la dramaturgia con Calixto Bieito.
La lectura que de Wozzeck hace Bieito tiene un referente claro en el universo subterráneo de explotación laboral de Metrópolis,el clásico silente de Fritz Lang, pero también alude a la realidad de la degradación medioambiental de la Tierra en los últimos tiempos, incluidos episodios concretos como los desastres de la central nuclear de Chernobil o del petrolero Prestige.
El espacio escénico evoca también, según Bieito, los intestinos, el interior de un individuo o una sociedad enfermos, contaminados, una maquinaria orgánica por cuyas tuberías circulan sustancias nocivas.
El famoso director de escena catalán - de origen burgalés- ha apuntado asimismo que su montaje "recupera y subraya la doble dimensión poética y social" que plantea el libreto y la música de Wozzeck,que le "emocionan y provocan desasosiego" y que le "evocan la angustia existencial, patológica, que vivimos en nuestro mundo".
La obra de Alban Berg es la decimoquinta ópera que dirige Calixto Bieito y se volverá a representar en el Liceu los próximos días 2, 5, 7, 8, 11, 12, 14, 15 y 17 de enero.
Marino Rodríguez
La Vanguardia