La NDR dirigida per Christoph von Dohnányi a Palau 100
B+ B= NDR
13/11/2005 |
Una vez más, Palau 100 ha obsequiado al público barcelonés con la presencia de un nombre mítico en el campo de la dirección orquestal como Christoph von Dohnányi. Recién nombrado director titular de la no menos mítica Orquesta NDR de Hamburgo, el aliciente de contar con el maestro berlinés al frente de dicha formación estaba servido, y además por otra partida doble: un programa integrado por dos de las grandes B de la música de los últimos cien años como son Bartók y Bruckner.
El Divertimento para cuerda del húngaro demostró que la orquesta alemana tiene en su sección de cuerda a músicos esculpidos con la fuerza de su trabajo, aunque parecía como si Dohnányi mantuviera una distancia un tanto extraña, con lo que el resultado final se nos antojaba de bolo,a pesar del buen rendimiento de los músicos. Mucho mejor resuelta, la Séptima sinfonía de Bruckner acabó por ser el plato fuerte de la velada.
Dohnányi dirigió de memoria la memorable página del compositor austriaco. Por cierto que a quien estas líneas suscribe siempre le ha parecido (a riesgo de equivocarse) que, a pesar de la admiración de Bruckner por Wagner, sus pentagramas intuyen y plasman ya el patetismo mahleriano que empezaba a asomar. Quizá por eso, el celebérrimo adagio de la sinfonía desconcertó por una apuesta que miraba precisamente hacia esa alma rota que es la mahleriana, lejos de la épica de un Wagner. Fue, junto a la disposición precisamente mahleriana de la cuerda (primeros y segundos violines en posiciones extremas), uno de los tantos guiños con que Dohnányi cocinó una interpretación discutible pero impecable, una vez más muy bien servida por las potentes secciones de la orquesta, con metales densos, maderas aterciopeladas y cuerdas desgarradas.
Jaume Radigales
La Vanguardia