1/11/2005 |
¿Quién duda de las bondades de la música de Richard Strauss? En un par de meses otro monográfico Strauss por parte de la OBC, y sigue la cuenta. Atrae al público, sí, pero no sé si tanta música de este carácter favorece el buen trabajo que es necesario hacer con esta orquesta, a la que por su potencial este compositor le va naturalmente bien, pero que le aporta poco en sensibilidad. En esta ocasión Strauss,Emmanuel Krivine puso su firma al programa desde el comienzo, con el marcado acento de la primera frase del Don Juan,brillo, mucho sonido, efecto. Todo muy agradable y a veces arrebatador. Igual comienzo, de brillo sostenido por los buenos instrumentistas de la OBC, el de Así habló Zaratustra,una obra que ofrece muchos perfiles camerísticos bien explorados por el director, con buena respuesta instrumental, convincente en los solistas de cuerda, especialmente el concertino.