Cavalleria rusticana i Pagliacci als Amics de l'Òpera a Sabadell
Binomio verista en Sabadell
29/10/2005 |
El esperado inicio lírico de la Associació d´Amics de l´Òpera de Sabadell se produjo con el binomio verista formado por Cavalleria rusticana y Pagliacci,esta última por vez primera en Sabadell.
Se ha dado algunas veces una producción unitaria de ambas óperas, que ha sido la solución escogida por Miquel Górriz y Pau Monterde (escenografía): las dos obras transcurren en el mismo espacio, con la misma sólida iglesia como fondo, y aunque no se especifica de modo claro, las dos pasan en una época indefinida de mediados del siglo XX, con gente vestida de modo pueblerino, pero intemporal. La producción de Cavalleria comete un grave error de contexto religioso: la ópera transcurre (y se dice) un domingo de Pascua, y sin embargo se hace salir una típica procesión de Viernes Santo, crucifijo incluido. La utilización del espacio escénico, sin embargo, está bien planteada.
En las dos óperas ha habido un equipo de cantantes de calidad que han realizando una excelente labor. En la primera triunfó la magnífica Rosa Mateu, una Santuzza patética, excelentemente cantada. El tenor Albert Montserrat dio aires rurales a su Turiddu y cantó con vehemencia y excelentes agudos. Kyung Jun Park estuvo poco convincente como Alfio, aunque cantó con efectividad.
En Pagliacci,Josep Fadó cantó un Canio poderoso y conmovedor, siquiera acusó algo de fatiga al final. La soprano Laura Alonso, que sustituía a la enferma Susana Cordón, supo auparse a una interpretación buena en muy pocos días. El barítono Carles Daza estuvo sensacional y creíble en su papel de Silvio, cantando el dúo con Laura Alonso con variedad de inflexiones y detalles vocales de gran clase. Kyung Jun Park estuvo aquí más en forma que en la otra ópera y cantó un Tonio francamente convincente, con poderosos agudos. Hans Ever resultó un Beppe convincente con una serenata de Arlequín realmente lograda.
El coro estuvo formidable y la orquesta apoyó la representación de ambas piezas con una calidad razonablemente buena bajo la batuta de Fernando Álvarez.
Roger Alier
La Vanguardia