6/9/2021 |
Programa: Nelson Goerner, piano
Lloc i dia: Monestir de Santa Maria de Cervià de Ter
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210905/7700164/almirante-nelson-goerner-piano-cervia-festival.html
El Festival de Cervià se especializa en pianistas poetas: Pires, Varvara y ahora el argentino Goerner
Los circuitos de la música clásica en vivo son tan inescrutables como los caminos del Señor, pues no se comprende que este extraordinario poeta del piano que es Nelson Goerner (Buenos Aires, 1969) haya estado ausente de las salas españolas y sea casi un desconocido para el público del país. Menos aún sabiendo que lleva décadas residiendo en Ginebra y tocando en templos de la clásica de Francia, Bélgica, Inglaterra...
Vecino de Martha Argerich en la capital suiza, su compatriota y mentora, con la que colabora regularmente –Medici.tv retransmitió el recital a dúo desde el Festival de Tsinandali en Georgia–, Goerner ha sido este fin de semana la estrella del Festival de Cervià, certamen que llega a su 11ª edición con la tranquilidad de saberse único, pues lo suyo viene siendo dar recitales de lujo en dos noches consecutivas de verano.
Desconocido aún para el público español, el ‘crack’ argentino deja impronta con la ‘Suite Iberia’ de Albéniz
Sucedió con Maria João Pires, que invitó a Serena Vergano y un par de alumnas en el 2019, y luego con la rusa Varvara interpretando las Variaciones Goldberg en el 2020. Pero esta vez el vínculo con el territorio de Goerner –desde ahora también artista de la Agencia Camera– iba más lejos, pues tocaba la Suite Iberia de Albéniz. Pieza algo huérfana de intérprete referencial –con la excepción de Javier Perianes– desde que Alicia de Larrocha hiciera de ella un rasgo distintivo en su carrera, desnudándola de lugares comunes del folclore español y acentuando su carácter abstracto.
Algo así era de esperar de este músico recalcitrante, poeta pero también técnico, quien además se moría por interpretar Iberia en España. Con su mirada de introspectiva felicidad, el modesto almirante Nelson, el otro crack argentino, se sentó al piano la primera de las noches para ofrecer los dos primeros libros de la Suite Iberia (compuestos entre 1905 y 1909) pero combinados curiosamente, y por iniciativa propia, con música de Chopin, medio siglo anterior. El segundo día tocaría los otros dos libros precedidos de Impromptus de Schubert, en un viaje por esa Europa que precedió al compositor de Camprodón.
Y el experimento funciona. Así lo pudo comprobar y celebrar, con calurosos aplausos, el centenar de personas que, superado el chaparrón septembrino en la localidad de Cervià, se refugiaron en la iglesia románica para semejante experiencia. No faltó la alcaldesa de lugar, Roser Estañol, ni el diputado Albert Piñeira, que se lanzó a presentar el concierto con detalles, ni el director artístico del Festival de Camprodón, Gennady Dzubenko, que invitó al artista a su certamen. Aunque lo que más impresionó a Goerner fue tener a dos metros del piano al mismísimo bisnieto de Albéniz, Alfonso Alzamora.