28/6/2019 |
Programa: Kronos Quartet
Lloc i dia:Teatre Grec
La presencia de Maria Arnal en el homenaje a Pete Seeger fue uno de los momentos más intensos de la noche
La música regresó a la inauguración del festival Grec que acoge el anfiteatro de Montjuïc cada año coincidiendo con la arrancada del verano y lo hizo de la mano de un formación tan respetada y solicitada como el Kronos Quartet. Una elección doblemente loable tratándose de unos referentes de la música contemporánea, pero a la vez una indiscutible garantía de calidad.
Pasaban diez minutos de la hora prevista de comienzo –diez de la noche– cuando la gloriosa formación de cuerda estadounidense apareció en escena. Un cuarteto –que mañana repite en idéntico espacio– congregó al aficionado y a caras conocidas del variado ámbito local, comenzando por la alcaldesa Colau, el ministro de Cultura José Guirao (algo inédito en los pasados trece años), la consellera de Cultura Mariàngela Vilallonga, y políticos como Joan Subirats, Jaume Collboni o Ferran Mascarell.
Antes de la descarga de arte sonoro ofrecida por el Kronos Quartet –liderados por el jovialmente veterano David Harrington, una pequeña maravilla no sólo instrumental sino por la energía y la magia que irradiaba– los jardines del Grec fueron escenario no menos privilegiado de las evoluciones de diversos cuartetos de cuerda de estudiantes de la Esmuc. Espléndido resultado para una no menos magnífica iniciativa pedagógica musical coordinada por David Albet.
El marco dio especialmente mucho de sí, no sólo por sus características naturales sino también por el eficaz y a la vez espectacular trabajo de la artista visual Alba Corral. Profesional de prolongado currículo –donde destaca su comisariado del festival Eufònic–, su tarea con luz y diseños lumínicos fue el contrapunto sensorial idóneo para la apabullante y a la vez asequible avalancha musical de la noche. No tocaron más de una hora y diez minutos, pero fue una antológica lección magistral, al alcance del aficionado de amplio espectro. Fue como un viaje por la historia, que arrancó con una pieza que sintetizó el sentido y la dimensión de la propuesta: el himno de Estados Unidos inspirada en aquella impactante versión de Jimi Hendrix con arreglos de StephenPrutsman y ellos mismos y que destilaron a cuerda tendida y chirriante. Finalizada la apertura, Harrington habló de forma breve y muy educadamente: “Muchas gracias, nos sentimos muy orgullosos de abrir el festival. Esperamos que el inquilino de la Casa Blanca en Washington DC pueda escuchar este concierto”.
Continuaron construyendo un peculiar cancionero americano de corte animoso en forma de La canción del sol naciente inspirada en la versión de los Everly Brothers, el no menos abrasivo Summertime de Gershwin, tamizada en aquel cover de Janis Joplin, y el God shall wipe all tears away de Antonio Haskell y pasada en su día por la voz de Mahalia Jackson. Tras un par de piezas de Michael Gordon y de la fascinante creadora electrónica Jlin, llegó uno de los grandes momentos, sin duda, de la velada. Sólo duró diez minutos pero fueron puro embrujo, gracias a Maria Arnal, que fue la voz elegida por los héroes de la noche para homenajear al no menos héroe Pete Seeger. Y lo quisieron recordar en su faceta más cercana (para el público presente) y combativa, aquella ambientada en la Guerra Civil española, como vertió en El Quinto Regimiento o , que cantó en inglés y catalán.
Tras ese emotivo viaje, un colectivo fin de fiesta con materia prima musical de Terry Riley y, con la colaboración de los cuartetos de cuerda locales, de Philip Glass. Magnífica bajada de telón para una inmejorable inauguración. Ojalá se convierta en una costumbre.