12/11/2018 |
Katia Kabanová Aleksander Teliga, Nikolai Schukoff, Rosie Aldridge, Francisco Vas, Patricia Racette, Antonio Lozano, Michaela Selinger,. Dirección musical: Josep Pons. Dirección de escena: David Alden. Gran Teatre del Liceu. 8-XI-2018
La ópera del compositor checo Leoš Janácek (1854-1928) tuvo su estreno en España en el propio Liceu en 1973 habiéndose repuesto hasta la fecha solamente en la temporada 2001-2002. Una ópera en la que destaca una vez más las personalidad del compositor de "Jenufa", "El caso Makropulos" o "La zorrita astuta", basada en el estudio de la fonética, la música y el folklore popular checo. Una ópera en tres actos y seis escenas de algo menos de dos horas que se ofreció sin descansos, permitiendo una mayor concentración sobre una obra de gran impacto teatral especialmente en esta producción casi cinematográfica dirigida por el británico David Alden y proveniente de la English National Opera de Londres. La escenografía de Charles Edwards se basa en una estructura de gran inclinación y un gran espacio vacío que se enmarca en una pared movible que cambia las perspectivas del encuadre con una puerta inclinada, una farola, un cartel publicitario y una imagen como fondo que representa la presencia del Volga. Elementos mínimos que se ven reforzados por un cuidado vestuario, una destacada dirección de actores y una sobresaliente iluminación que juega con las sombras de los personajes para enfatizar el clima de opresión y desgracia que viven todos ellos en este drama. Una ópera con libreto del propio Janácek basada en el libro La tempestad del escritor costumbrista ruso Aleksandr Ostrovski, que fue también uno de los precursores del teatro de denuncia social. Así, en Katia Kabanová los personajes de una pequeña burguesía rusa de Kalinov sufren la tiranía dentro del ámbito familiar en una sociedad represiva que limita su libertad y felicidad. Katia Kabanová es el centro de todas estas desgracias y sus ansias de libertad se inspiran en los pájaros y en su juventud, ante una realidad frustante a causa de un matrimonio infeliz y una opresiva convivencia marcada por su despótica suegra. Todo ello presentado por un elenco de gran nivel canoro y actoral. Muy interesante la expresiva y emotiva soprano Patricia Racette como una Katia algo madura pero convincente de timbre amplio, buena proyección canora y capaz de conquistar al espectador con su sufrimiento y anhelos de libertad. A su lado el tenor austríaco Nikolai Sukoff supo construir un Boris inmaduro pero bien pertrechado a nivel vocal capaz de superar también un entramado musical de influencia wagneriana con solvencia y gran calidad a pesar de un timbre en los agudos un tanto particular. Bien construida a nivel vocal y presencial la imponente suegra Marfa de Rosie Aldrige y muy cuidados la pareja formada por el maestro de escuela, un Antonio Lozano de grato timbre e interesante interpretación canora y actoral así como la expresiva y cuidada Varvara de la mezzosoprano Michaela Selinger. El rudo y antipático Saviol perfectamente caracterizado por el bajo Aleksander Teliga y correcto el reprimido marido de Katia, el infeliz Tíkhon, a cargo del tenor local
Francisco Vas. Mención especial para el inspirado vestuario de los años veinte, época del estreno de la obra a la que se ha trasladado la acción, y para el movimiento escénico de los diversos extras, especialmente cinematográfico en la escena de la tormenta, y para el coro con una buena participación canora. Desde el punto de vista musical, el titular de la casa, Josep Pons supo entresacar toda la expresividad y el temperamento de esta rica y matizada partitura, a pesar que en más de una ocasión cubrió un tanto a las voces solistas, pero siendo el vehículo perfecto para obtener un nuevo éxito en un título poco conocido pero de un gran interés teatral y musical que fue muy aplaudido por el público barcelonés.