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Enquesta

Inauguración de calidad

19/10/2014 |

 

Programa: Shostakóvich, Haydn, Janaceck.

Lloc i dia:Teatre Principal de Sabadell. 17-10-2014.

Shostakóvich: Cuarteto núm.7 Op. 108

Haydn: Cuarteto en do major Op. 20 Núm. 2

Janaceck: Cuarteto Núm.1 “Sonata a Kreutzer”

Teatre Principal de Sabadell. 17-10-2014.

Qvixote Quartet.

 

La inauguración de la nueva temporada de conciertos de Juventudes Musicales de Sabadell contó con la primera actuación del conjunto que a largo del presente y siguiente cursos serán el conjunto residente. El Qvixote Quartet es una de las formaciones revelación del panorama catalán de los últimos años como lo acreditan las distinciones nacionales e internacionales logradas. En esto, Joana Soler, presidenta de la entidad, sigue manteniendo su habilidad para traer propuestas musicales dignísimas a pesar de los criminales recortes. No por ello, las autoridades pertinentes deben seguir ahogando está dínamo cultural que es JJMM.

El programa seleccionado demostraba inteligencia al ofrecer dos cuerdos de corte expresionista como el Núm.7 de Shostakovich y el Núm.1 de Janacek enmarcando el más ligero pero igualmente sustancioso Op. 20 núm.2 de Haydn. Además ofrecieron unas didácticas explicaciones previas que siempre son agradecidas. La prestación del conjunto fue vibrante, de depurada afinación y fiel al carácter angustioso de la obra del compositor ruso. Supieron generar una expectación que, por ejemplo, evitaba el aplauso inmediato del público. El valor de esos fugaces momentos antes de las salvas del respetable indican cierta idiosincrasia rara de encontrar encima del escenario y menos común de ser captada por el respetable. En contraste el cuarteto de Haydn sonó con la frescura, transparencia y la organicidad presumibles, especialmente en los dos movimientos de inicio. Lo lograron sin cambiar de arco, lo que revela una técnica depurada que rozó el espectro barroco, aún con el uso del vibratto nada exagerado.  

En Janacek las líneas se presentaron claras, los contrastes dinámicos generosos –algunos incluso en la misma frase- y la cambiante trama de la texturación bien resuelta. Cierto es también que fue una lectura un tanto expositiva de una obra que exige muchos cambios dialécticos internos en los bloques y episodios de aparente discontinuidad: sobre todo entre lo pulsional y lo interno del drama y lo externo y circunstancial. Pero fue un recital equilibrado, con personalidad y comunicativo que culminó con el segundo movimiento de “Vistes al mar” de Toldrà fraseado con una sensibilidad y una cantabilidad propia de los grandes. El sonido depurado y cristalino augura una de las bazas por las que la formación será reconocible en años venideros.  

Esteban Rey
Diari de Sabadell