Una intensa y emotiva gala lírica protagonizada por el reconocido tenor polaco Piotr Beczala, la emergente soprano italiana Erika Grimaldi y la siempre solvente Orquestra de Cadaqués (dirigida en esta ocasión por el francés Marc Piollet) abrió anoche la edición de este 2014 del Festival Castell de Peralada, en una velada en la que el público que llenaba el recinto de los Jardines disfrutó con auténticos clásicos de la ópera romántica italiana y francesa. Arias y dúos compuestos por músicos imprescindibles como Donizetti, Rossini, Verdi, Puccini, Gounod y Massenet, entre otros, hicieron las delicias de los espectadores, tanto por la belleza de las composiciones como por la excelencia en su interpretación, y pusieron el listón muy alto en el arranque del histórico certamen, que este año cumple su edición número 28.
"Las voces de la lírica, así como los ballets, son dos de mis grandes pasiones y también de mi familia", escribía Carmen Mateu de Suqué, presidenta de la Asociación Cultural Castell de Peralada y presidenta del Comité de Honor del Festival Castell de Peralada en el texto de presentación de la presente edición del certamen. Y añadía: "Por este motivo me hace especial ilusión poder contar con tres de los mejores tenores del mundo". Entre ellos, señalaba, "Piotr Beczala, a quien el año pasado pudimos escuchar en un recital íntimo en la iglesia del Carme y nos sedujo con su lirismo y elegancia". El mismo lirismo y elegancia del que hizo gala anoche Beczala en el auditorio principal del festival, en un recital que permitió al público constatar por qué este intérprete se encuentra entre los más reclamados en la actualidad por los principales teatros de la ópera de todo el mundo. El polaco empezó la temporada 2013-2014 en el Metropolitan de Nueva York y ha actuado en escenarios tan míticos como la Scala de Milán, la Ópera estatal de Viena y la Ópera de París. Además, el primer disco que ha grabado para la prestigiosa compañía discográfica Deutsche Grammophon (Heart's Delight, un homenaje al gran tenor Richard Tauber) está consiguiendo unas excelentes cifras de ventas.
Beczala fue precisamente el encargado de abrir el recital de anoche, y lo hizo a muy alto nivel, con la gran aria Tombe degl'avi miei, de Lucia de Lammermoor, de Donizetti. A continuación le tocó el turno a Erika Grimaldi, que en la impresionante Selva opaca, del Guglielmo Tell de Rossini dejó claro su enorme talento, que la ha llevado a ser considerada una de las sopranos jóvenes más prometedoras del momento. Esta interpretación suponía además el debut de Grimaldi en España. La soprano italiana ha obtenido sonados éxitos en diversos recintos operísticos de su país y de Francia, y ya tiene en su agenda diversas interpretaciones en Estados Unidos. Beczala demostró seguidamente la perfección que ha conseguido en el fraseo verdiano con Ma se m'è forza perderti, de Un ballo in maschera, dejando a continuación que la orquesta diera muestras de su elevado nivel con el estremecedor Intermezzo de Cavalleria rusticana, de Mascagni. La primera parte del recital vivió su momento álgido en su recta final con La Bohème, de Puccini: Beczala i Grimaldi interpretaron dos dúos (Non sono in vena y O soave fanciulla) y dos arias (Che helida manina y Si, mi chiamano Mimi) que entusiasmaron al público que respondió, como durante todo el recital con "bravos" e intensas ovaciones.
El tono eminentemente lírico y romántico se mantuvo en la segunda parte del recital, si bien cambió el acento: del italiano al francés. Beczala abrió de nuevo con Ah! Lêve-toi soleil, del Roméo et Juliette de Gounod, y dejó constancia también de su amplia variedad de matices en piezas como Pourquoi me reveiller, del Werther de Massenet y Pays merveilleux... O Paradis, de L'Africaine de Meyerbeer.
Erika Grimaldi, por su parte, continuó con el italiano en esta segunda parte, con las excepcionales arias Piangete voi... al dolce guidami, de Anna Bolena de Donizetti y Non so le tetre immagini, de Il Corsaro de Verdi. La orquesta también tuvo espacio para el lucimiento con el fantástico Vals del Fausto de Gounod, aunque lo mejor llegó en los dos dúos del mismo compositor (de Roméo et Juliette y de Fausto)que interpretaron con la pasión adecuada Bezcala y Grimaldi y que dejaron al público un excelente sabor de boca. Su programa promete muchas más noches de lírica intensas, como las que protagonizarán otros dos grandes tenores: el alemán Jonas Kauffman, el 3 de agosto y Marcelo Álvarez, protagonista de la ópera Andrea Chénier de Umberto Giordano.