András Schiff a l'Auditorio Nacional
Programa ejemplar
4/3/2004 |
Ciclo de Grandes Intérpretes
Pianista: A. Schiff. Obras de Haydn y Beethoven. Fundaciones Scherzo y Hazen, EL PAÍS y Ministerio de Cultura (INAEM). Auditorio Nacional.
El programa de un concertista puede hacerse desde diversos criterios, pero lo deseable es que constituya por sí mismo una obra de arte. Y así ha sucedido en el recital escuchado a Andras Schiff, porque armoniza de tal manera su composición que la escucha supone experiencia de arte puesta en orden. Dedicado a Haydn y Beethoven, las tres sonatas del primero tuvieron como nexo las Var iaciones en fa menor y la Sonata nº 33, en do menor, del segundo. Me parece oportunísimo, entonces, que la nota anónima del programa de mano subraye tal aspecto, pues el gran intérprete húngaro reposó él mismo y, consecuentemente, su público en un perfecto esquema tonal: fa menor, do, en las dos modalidades, y mi bemol para concluir. Otras significaciones: el evidente enlace entre uno y otro compositor incluyó dos de las Tres sonatas, op. 2, dedicadas por Beethoven a Haydn, entre las que aparecían las Variaciones, antes de acometer la Sonata nº 33, en do menor del austriaco y ascender, como punto culminante, a la Sonata en mí bemol, irrupción del gran estilo beethoveniano desde sus valores dramáticos y poéticos y anuncio de la valoración del silencio como elemento estructural de la continuidad musical.
Tratándose de un tan puro y hondo artista como es Andras Schiff, sería obvio y hasta estúpido señalar particularidades técnicas. Por su parte, la audiencia, estoy seguro de que al final de cuanto escuchó no tiene más deseo que el de reencontrarse con este gran maestro del piano en el momento justo de la edad madura: el medio siglo cumplido a fines de diciembre.
Enrique Franco
El País