8/10/2008 |
Lloc i dia:Auditori de Barcelona
Conocíamos en Barcelona a la UBS Verbier Festival Orchestra, pero no a su conjunto de cámara, superior en calidad sonora a su hermana sinfónica. Precisión en el ataque, cuerda compacta, fraseo distendido y entusiasmo juvenil son algunos de los componentes del grupo, formado por poco más de veinte jóvenes músicos. Parte del aliciente del concierto radicaba en la presencia de Joshua Bell, astro del violín que brilla con luz propia. El descarado virtuosismo desplegado en Las cuatro estaciones de la primera parte hacía sospechar que estábamos ante un gran músico pero no ante un artista. Pero el bis con que nos obsequió (el movimiento central del Concierto en do mayor de Haydn) reveló que Bell es un hombre que entiende la belleza. El instrumento se convierte así en prolongación de su cuerpo joven y flexible, dominado gracias a un prodigioso y elástico juego de muñeca, que le permite expandir el fraseo hasta cimas difícilmente asumibles si no se cree en el valor de la música más allá de lo escrito. ...