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Enquesta

Insólito: cuando es la orquesta la que aplaude al público

15/4/2021 |

 

Programa: Daniele Gatti i la Mahler Chamber Orchestra

Lloc i dia: Palau de la Música Catalana

https://www.lavanguardia.com/cultura/musica/20210414/6751000/daniele-gatti-palau-musica-aplausos-insolito.html

Daniele Gatti culminó la integral de Schumann en el Palau agradeciendo a España que mantengan los auditorios abiertos.

La integral de Schumann que el maestro Daniele Gatti y la Mahler Chamber Orchestra interpretaron en dos días consecutivos en el Palau de la Música Catalana acabó en apoteosis. Y no solo porque la Cuarta y última de las sinfonías del compositor del romanticismo alemán es un todo vigor y arrebato, sino porque en los aplausos finales, el director milanés tuvo unas palabras certeras que emocionaron a todo el mundo en la sala.

"Solo quiero decir algo que me sale del corazón: la Mahler Chamber es una orquesta formada por miembros procedentes de distintos países europeos. Llevamos más de seis meses sin actuar frente al público, esta es la primera vez. Y creo que expreso el sentir de la orquesta y el mío propio si digo que por primera vez volvemos a la vida. Muchísimas gracias a vuestro país y espero que otros países en Europa sigan vuestro ejemplo. Creo que es en realidad el aplauso ha de ser de la orquesta hacia España", afirmó. Tras lo cual, la sala modernista vivió uno de los momentos mágicos de esta pandemia, con el público puesto en pie aplaudiendo a la orquesta y los músicos aplaudiendo a los asistentes durante unos minutos.

El retorno de Gatti a la actividad concertística coincide con su regreso a los escenarios españoles desde que hace tres años la Royal Concertgebouw Orchestra le despidiera (llevaba sólo un par de años como titular de esta codiciada formación) por "conducta inapropiada". Diversas intérpretes habían elevado quejas sobre la actitud del maestro, siempre proclive a la galantería, cosa que les hizo sentir profundamente incómodas. Ante la inacción del gerente de la formación, el conflicto se resolvió de la peor manera.

La Orquesta del Concertgebouw perdía al director más relevante de su generación, que había sido solicitado precisamente por los propios músicos. Y aquella falta se convertía en una ola de cancelaciones y vetos para el maestro Gatti. Al cabo de un año, en el 2019, y ante la ausencia de acusaciones más graves, los abogados del músico llegaron a un acuerdo con la institución de Ámsterdam para que esta emitiera un comunicado dando la cuestión por subsanada y agradeciendo al director musical los servicios prestados.

Desde entonces, la labor de Gatti para recuperar su posición artística y moral no ha cesado. El Mariinsky de Gergiev fue la primera institución que le invitó a dirigir. Las orquestas alemanas le han reclamado sin dudarlo e Italia no ha tenido más que palabras de defensa y acogida, siendo el nombre que más suena para sustituir a Antonio Pappano al frente de la Academia Santa Cecilia di Roma en el 2023. El choque cultural norte-sur y la desigual puesta al día en las relaciones entre los sexos tomó en Gatti la forma de aviso severo. Pero todo está encaminado a dejar el episodio en el pasado.

Este lunes y martes el extraordinario artista que es Gatti se mostró en el podio del Palau de la Música como un hombre nuevo. Purificado. Desprendido de unos cuantos kilos, dirigiendo con soltura y desarmante honestidad, el maestro italiano le devolvió a Schumann su verdadero valor en su faceta sinfónica.

Se habla siempre de que hay un sólido público beethoveniano, un público wagneriano e incluso un público brahmsiano, pero nunca se ha acabado de hablar de schumannianos porque hay cierto desdén en su faceta sinfónica. Y con su profundidad expositiva y la expresividad estilística, Gatti logró con la Mahler Chamber que la audiencia se enamorara por completo del compositor, reivindicándolo más allá del su producción para piano y lied. Con una orquesta de esta categoría y un director de este talento, todo aquello que Schumann tenía que decir se hizo evidente en esa integral programada por Palau 100.

La normalidad pandémica que ha alcanzado la ciudad de Barcelona en cuanto a la escena de música clásica y operística es algo que se envidia en Europa. Para los propios músicos de la Mahler Chamber ha sido un privilegio poder asistir a la instalación Symphony, ahora en el CaixaForum con carácter permanente, y comprobar cuán distinto es ser dirigido por Gustavo Dudamel en la realidad virtual. 

MARICEL CHAVARRÍA
La Vanguardia