8/4/2019 |
Programa: Josep-Ramon Olivé
Lloc i dia:Petit Palau de la Música
El barítono reclama un lugar entre los mejores, y por el camino que lleva es solamente cuestión de tiempo que lo logre
En los últimos años hemos podido ver cómo Josep-Ramon Olivé ha ido creciendo, sin prisa pero sin pausa, y perfilándose como uno de nuestros jóvenes cantantes con mayor proyección. El último peldaño en esta carrera ha sido su elección como «Rising Star» por parte de los veintiún auditorios de toda Europa que conforman la red ECHO (European Concert Halls Organisation). Ello le ha brindado la oportunidad de ofrecer recitales como solista en lugares como el Musikverein de Viena, el Concertgebouw de Amsterdam y la Elbphilharmonie de Hamburgo. En este marco, ha vuelto a su Barcelona natal con un concierto de lied al lado del pianista Ian Tindale.
El concierto en la sala pequeña del Palau de la Música se abrió con Korngold. Escribió los «Lieder des Abschieds» en 1920, cuando contaba con solamente 23 años y acababa de estrenar su ópera «Die tote Stadt». Olivé supo dar, con gran contención, el ambiente íntimamente emotivo que transpira una partitura que tiene los pies en el último Romanticismo y la cabeza en los primeros movimientos de vanguardia de su tiempo. En Schubert («Ganymed», «Du bist die Ruh», «Auf der Bruck», entre otros) demostró ser un cantante que gusta de arriesgar, y se agradece su audacia. Está en una etapa en que no ha hallado aún los límites y todas las posibilidades de su instrumento, y hace bien en no conformarse con ir a lo seguro. El resultado fue excelente.
La segunda parte la abrió el estreno en España de las «Chansons trouvées» de Raquel García-Tomás, una obra con una parte para piano extremadamente exigente y que parece hecha a medida del barítono, que ofrece en ella un catálogo de colores y matices. Con todo, el plato fuerte fueron los «Lieder eines fahrenden Gesellen» de Mahler. Impresionante lucimiento de una voz potente, preciosa, capaz de dar todos los matices de una obra compleja e impresionante. Solamente cabe preguntarse cuándo se la podremos escuchar en la versión para orquesta. Para acabar, una selección de Strauss completando así un recorrido por los grandes autores del lied. Todo ello, con el maravilloso acompañamiento de Tindale, impresionante en todo momento. Olivé reclama un lugar entre los mejores, y por el camino que lleva es solamente cuestión de tiempo que lo logre.