"Los amores de Apolo y Dafne" de Cavalli A Coruña
Qué belleza de espectáculo
23/5/2004 |
Los amores de Apolo y de Dafne
De Francesco Cavalli. Con Mario Zeffiri, Marianna Pizzolato, Marisa Martins, Agustín Prunell-Friend, Assumpta Mateu, Carlo Lepore y Soledad Cardoso, entre otros. Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia. Director musical: Alberto Zedda. Director de escena: Pier Luigi Pizzi. Festival Mozart. Teatro Rosalía Castro, A Coruña.
En un momento de efervescencia de las óperas de Cavalli, después de los recientes lanzamientos de Eliogabalo en Bruselas con René Jacobs y La Statira, principessa di Persia en Nápoles con Antonio Florio, llega al Festival Mozart de A Coruña como ópera inaugural de la actual edición Gli amori d'Apollo, e di Dafne, en la producción de Pier Luigi Pizzi, que inauguró el festival de música antigua de Fano en 1998, en lo que suponía el inicio de una serie de acercamientos a las óperas compartidas por el libretista Giovanni Busenello y el compositor Francesco Cavalli. La ópera se repuso en el teatro de La Fortuna, de Fano, al año siguiente, y desde entonces, había caído en el olvido, entre otras razones como consecuencia de la supresión del citado festival. La recuperación desde Galicia no puede ser más oportuna.
Por la belleza de la música, en primer lugar, pero también por la deslumbrante e inteligente puesta en escena de Pier Luigi Pizzi. Los amores se ha convertido en uno de los referentes de la escenificación de la ópera barroca en nuestros días con esa vuelta de tuerca al teatro de las maravillas a base de un escenario circular lleno de misterio y poesía de la geometría, un vestuario de colorido a la veneciana, un tratamiento escultural de unos personajes que se deslizan inmóviles congelando el gesto por unas plataformas, reforzando un estatismo de impresionante belleza de hoy y de siempre, y una dirección de actores al servicio de los sentimientos de los protagonistas y sus pasiones.
La colosal técnica de Pizzi está al servicio de la recreación de un periodo musical y de la explosión de un tipo de belleza que solamente el teatro lírico puede hacer suya. Imponente espectáculo. Alberto Zedda vuelve a su territorio amado del barroco con una orquesta joven que en más de un momento acusó la falta de experiencia estilística, pero a la que no se puede negar una muy positiva actitud de entrega e ilusión.
Contagió el director italiano su fulminante energía y las cosas salieron razonablemente aceptables. También por la contribución de un reparto vocal homogéneo en el que destacaron Assumpta Mateu, Marisa Martins, Marianna Pizzolato o Mario Zeffiri. El público reaccionó al final de la representación con un calor como yo no había visto hasta ahora en A Coruña.
El Festival Mozart empieza sin un título de Mozart, desde luego, pero transmitiendo con este retorno al primer barroco posmonteverdiano una emoción y un asombro incontenibles.
Juan Ángel Vela del Campo
El País