Recital d'Angela Gheorghiu al Liceu
Intensa expresividad
29/3/2004 |
Todo el hechizo y la resonancia mediática que rodean la figura de Angela Gheorghiu han ayudado, sin duda, a la popularidad de la artista, pero ello no serviría de nada si a la hora de la verdad no respondiese artísticamente. Y vaya si lo hizo en este su recital de presentación en Barcelona, al menos a juzgar por el gran entusiasmo con que el público acogió sus interpretaciones. Y uno no cree que fuese por una voz de timbre lírico, bella y bien conducida, pero de no gran peso específico y que incluso puede aparecer en algunos pasajes sorda y desigual en la proyección, sino por un elegante y cuidado modo de cantar , del que se desprende una gran intensidad expresiva.
Angela Gheorghiu demostró que se puede hacer un gran éxito con un recital en el Liceo (algo que no han conseguido otros cantantes de muy alto copete), que conoce con meridiana inteligencia las características y posibilidades de su voz y que, en consecuencia, supo escoger un programa amable y, en general, ligerito, en el que arriesgó muy poco vocalmente, pero que le aseguró el éxito. La primera parte (Gluck, Martín y los italianos) vio a una cantante muy concentrada y con gran línea, pero la segunda parte (los franceses y los rumanos) le ofreció un más amplio abanico artístico, siendo de agradecer que diese a conocer las bellas canciones de cuatro compositores de su Rumania natal.
Jeff Cohen dio una modélica lección de acompañamiento pianístico, sin buscar el lucimiento personal. Al final del recital el entusiasmo se desbordó, con el público puesto en pie y cinco propinas.
Pau Nadal
El País